te acarrea el sino que jamás tino
a revelar el periplo de tus sendasl
la travesía que lleva a tu firmamento.
Ni idea de que me pasa,
que a ratos la oscuridad me excede,
el frío indiferente de la expiración
Entra en mis huesos y se adueña
de este mi aliento de existencia.
ni idea de qué talante, ni sé dónde,
ni sé cómo, ni sé cuando emprendió
a elevar la angustia por mis vetas
y a lacerarme la lobreguez del ébano
ni idea por qué la pasión alzó sus cirios
más arrojados si sabía que la efusión
del céfiro y la corriente del animo
te obligarían lejos de mi cosmos.
ni idea con qué devoción engalanará
tu cuerpo mis caricias si en algún momento
los embates desembocaran en mis litorales
la espuma de tu excéntrica utopía.
ni idea qué, ni sé como, ni sé cuando,
ni dónde, ni por qué, ni de qué modo
se cortará la sinuosa era de la estación
y situará al manifiesto tus caudales.
Ni idea, pero te espero aquí, aferrada
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