domingo, 24 de agosto de 2008

Modelos de Comunicación Social

En la historia de la humanidad, el hombre ha hecho uso de diferentes formas de comunicarse, desde la comunicación con gestos, hasta la comunicación a distancia por medio de mecanismos tecnológicos avanzados. Los progresos alcanzados en el área de telecomunicaciones han permitido que el hombre se desempeñe de una manera más eficiente, y es esta eficiencia lo que en gran medida, ha motivado a empresas nuevas que día a día exigen mayores retos a quienes lo desarrollan.

De esta forma, se ha llegado a alternativas de gran impacto a través del tiempo como son: Internet (correo electrónico), tren rápido, avión, cables de comunicación (ejemplo: fibra óptica), telefonía celular, televisión por cable, etc. Al comenzar el tercer milenio, la humanidad está creando una red global de transmisión instantánea de información, de ideas y de juicios de valor en la ciencia, el comercio, la educación, el entretenimiento, la política, el arte, la religión, y en todos los demás campos. En esta red ya se puede ver en tiempo real, el sentir de la humanidad, pero al mismo tiempo también es posible tergiversar, manipular o frivolizar este sentir; es decir, paradójicamente, los medios de comunicación también pueden usarse para separar y aislar.

El presente análisis pretende exponer el cambio en la forma de comunicarse de la humanidad, a partir de los avances tecnológicos; así como también lo que es la información y su trascendencia dentro de la comunicación, logrando de esta forma dilucidar las consecuencias que estos cambios han producido en la comunicación y, en general, en la realidad de la humanidad del siglo XXI; un mundo inmerso en un proceso de globalización y modernidad o postmodernidad, que lo han llevado a ser lo que es hoy.

A lo largo del desarrollo de la vida del hombre, los medios de comunicación han constituido un papel importante dentro de éste, en el sentido que se ha ido facilitando, cada vez más, la comunicación y la información. Lo anterior se puede ver reflejado desde el invento de la radio, teléfono, televisión, fax, teléfonos celulares, satélites, Internet, entre otros. Estos medios de comunicación al situarlos en una línea de tiempo, muestran una gran evolución tecnológica que ha permitido superar fronteras.

Tenemos entonces que, la comunicación se puede entender como un proceso de transmisión de estructuras entre las partes de un sistema que son identificables en el tiempo o en el espacio; o como un mecanismo por medio del cual existen y se desarrollan las relaciones humanas, es decir, todos los símbolos de la mente junto con los medios para instituirlos a través del espacio y presentarlos en el tiempo. Según Berlo, el objetivo primero de la comunicación es alterar la relación original que existe entre el hombre y su medio circundante; entonces el hombre se comunicaría para influir intencionalmente en los otros a través de la emisión de un mensaje, y como esta intención es inconsciente, difícilmente se podría dejar de comunicar.

Suele considerarse que el primer modelo de comunicación generalmente aceptado es el de Harold Laswell, que intenta hacer en 1948 una “teoría de la transmisión de mensajes”, con su famosa definición del acto de comunicación que piensa debe contestar a las siguientes cuestiones: “¿Quién, dice qué, en qué canal, a quién, con qué efecto?”. Como estudioso de la propaganda, su pensamiento está centrado en la comunicación colectiva o de masas. A partir de este momento el estudio del proceso de comunicación tiende a concentrarse sobre una u otra de esas cuestiones. Los académicos que han estudiado el“quién”, el comunicador, miran los factores que inician y guían el acto de la comunicación. .Llamamos a esta subdivisión del campo de estudio análisis del control o del comunicador. Los especialistas que han enfocado su trabajo en “dice qué” realizan análisis de contenido. Cuando la principal referencia tiene que ver con la persona alcanzada por los medios, hablamos de análisis de audiencias. Si la cuestión es el impacto sobre la audiencia el problema es de análisis de los efectos. Podría decirse que el modelo de Laswell, como en toda la etapa procedente proviene de la preocupación por la naturaleza y efectos de la propaganda. Casi coincidiendo con esta primera propuesta, en 1949, Claude Shannon y Warren Weaver iniciaron la Teoría Matemática de la Información, orientada a estudiar aspectos técnicos (ingenieros) de la comunicación –de hecho podría decirse que Weaver hace una interpretación discursiva de la teoría matemática de Shannon- y así incorporar los elementos adicionales de señales y ruidos, así como la transmisión y recepción de dispositivos. Además se concibe el canal como un medio tecnológico o natural. Para Weaver la teoría se aplica a la comunicación cara a cara como a la mediada por la tecnología, así cuando una persona habla a otra su cerebro es la fuente de información, el oyente el destino, las cuerdas vocales del que habla el transmisor y el oído del que escucha el receptor. Más adelante se añadió al esquema inicial de Shannon y Weaver la interesante distinción entre ruidos físicos y semánticos, así como la codificación y decodificación del mensaje, dando lugar a la Teoría “completa”. En una reinterpretación actual del modelo lineal las etapas básicas en el proceso de comunicación humana son: 1. Decisión sobre el mensaje; 2. Codificación del mensaje deseado; 3. Transmisión de información; 4. Recepción del mensaje, y 5.Decodificación e interpretación del mensaje. De esta manera, "un acto de comunicación humana puede ser visto con el propósito de análisis dentro de una perspectiva lineal básica y así entender qué está pasando en cada etapa. Dentro de esta perspectiva, un mensaje se decide y formula por los emisores. Se transmite después de su conversión en la información que puede moverse desde el emisor al receptor. Se decodifica e interpreta por un receptor, que hace uso de significados acumulados en la memoria" Esta idea de la comunicación como mero transporte efectivo de información va unida a la idea general de que el significado está en las palabras, en el mensaje que se envía, sin pararse a pensar en que el significado está fundamentalmente en las personas (Berlo, 1969). La interpretación de un mensaje puede ser diferente en el emisor y receptor en función de las diferentes expectativas planteadas, de la experiencia de cada uno y de la situación psicológica y social en que se encuentran. Por eso, nunca dos personas quieren decir la misma cosa con idénticas palabras. Por ello, las discusiones, cuando hay un fallo en la comunicación del tipo "ya te dije yo", "lo que tú me dijiste", "yo se lo que te dije"... suele ser inútiles, además de muy nocivas por la pérdida de confianza mutua y personal que supone. Ante los fallos en la comunicación no puede dedicarse el esfuerzo a buscar quién es el culpable, sino a evitar que vuelva a ocurrir lo mismo la próxima vez, y para ello no hay otro camino que crear un ambiente en el que todas las personas se sientan libres para analizar las causas del problema sin perder de vista que el significado está fundamentalmente en las personas y no sólo en el contenido de los mensajes. Y por lo mismo, asegurarse de la coincidencia del significado en el emisor y en el receptor, nos lleva al modelo circular de comunicación, lo que significa dejar de lado la aparentemente clara distinción emisor-receptor, lo que requiere la utilización de nuevos conceptos que complican el modelo, pero lo hacen mas adaptable a la realidad. En efecto, podría decirse que el modelo de la comunicación lineal expuesto nos muestra todo los elementos lo que hay en la comunicación pero no indica realmente lo que ella es. En una formulación más precisa, es necesario puntualizar que se entiende por comunicación "el proceso a través del que un conjunto de significados que han tomado cuerpo en un mensaje es trasladado a una o varias personas de tal manera que el significado percibido sea equivalente a lo que los iniciadores del mensaje intentaron"

Es un proceso ineludible e irreversible. Nos estamos continuamente comunicando, incluso al intentar no comunicarse es muy difícil dejar de transmitir información de ese deseo y dejar de percibir la respuesta del otro. La comunicación no es reversible, lo que ya se ha dicho no puede dejar de haberse dicho, lo ya escuchado no de deja de haberse oído. Se podrán pedir disculpas y actuar como si esa conversación no hubiera tenido lugar, pero se sabe que ese intercambio de información ha tenido lugar. Debe entenderse siempre en una realidad contextual. Más importante que el intercambio de información objetivo (lo que se dice) es su contexto interpretativo (donde se dice, como se dice), como se dice. Hay una cierta confusión entre emisor y receptor. La idea del emisor como sujeto que inicia la comunicación, por tanto con un cierto carácter primordial o prevaleciente. En definitiva, lo sobresaliente en las sociedades modernas, como es lógico, no es que exista comunicación sino la toma de conciencia de su importancia, y esto ha sido posible en buena parte por la aparición de la mediación de los mensajes y sobre todo de los medios industriales de comunicación o medios de comunicación de masas. Su existencia sí que es una de las características de la modernidad, pues los mass media son uno de sus productos típicos, a la vez que aparece como el más grande de los procedimientos de construcción social que existe. Pero no podemos pensar en los medios de comunicación de masas como la única forma de comunicación mediada, como ocurre con frecuencia, especialmente si deseamos referirnos a las organizaciones.

Prácticamente todas las organizaciones utilizan los medios, pero pocas utilizan de una forma destacada los mass media. Las grandes organizaciones sí tienen necesidad de formas de comunicación colectiva.. Por esto hay que prestar una especial atención a los medios personales de comunicación, tan necesarios para el buen funcionamiento de las organizaciones modernas. De todas maneras, las organizaciones emplean los medios de la misma manera que los empleamos todas las personas, porque están ahí en la sociedad, para enviar lejos los mensajes o para transformar la información en artículo de consumo de masas. Aunque las grandes organizaciones los necesitan además en la comunicación interna y cuentan con ellos como un elemento imprescindible de su política comunicativa, entrando a fondo en el estudio de la comunicación mediada, tiene interés recordar que los medios, además de ser dispositivos que mueven la información a distancia, de manera que la gente que está separada físicamente se pueda comunicar, alteran de alguna forma el sistema comunicativo. En efecto, los medios modifican de algunas formas el proceso de comunicación cara a cara, esquematizado en el modelo antes explicado. Estos cambios tienen que ver con la modificación de la relación social que vincula al emisor y al receptor del mensaje, por las nuevas relaciones emisor-medio y medio-receptor. La utilización de los medios cambia el modelo de comunicación empleado, en la medida en que se considera necesario fijar como adecuada una distancia (física, psíquica o social) entre emisor y receptor. De esta manera, cuando se escribe una carta o se habla por teléfono a una persona que está en la habitación de al lado, debe emplearse el mismo tono que si estuviera en los antípodas. La consecuencia de esta distancia es sobre todo que se limitan las posibilidades de adecuación efectiva del role-taking y del feedback, tan importantes en la eficacia comunicativa. Siguiendo con el propósito inicial para abordar el estudio de la comunicación, tras el análisis de la comunicación personal y de su mediación, especialmente de la comunicación personal mediada, vamos a centrar nuestra atención en los medios de comunicación de masas. Esta progresión seguida de nuestro objeto de estudio es lógica, aunque desde el punto de vista histórico lo primero que atrae la atención a los estudiosos fue los medios de comunicación de masas. Tras la industrialización, la aparición de las sociedades industriales avanzadas o sociedades de masas a finales del siglo XIX da lugar a unas exigencias en distintos campos (integración, educación, información para el consumo, política, etc.) en los que se hace necesario la utilización de los medios industriales de comunicación o de masas ya disponibles. Los primeros intentos de dar una explicación general de la comunicación de masas, además de los modelos lineales visto, que con toda probabilidad tenían más en la cabeza la comunicación de masas que la interpersonal, partían de la consideración de un emisor enfrentado una audiencia o conjunto de persona receptoras. Aquí aparece el emisor como elemento dominante de la comunicación al dirigirse a una audiencia sobre la que tiene un cierto dominio, de manera que su estimulo, su emisión de información tendría una respuesta inmediata en los receptores. Teorías como la de la “bala mágica” o la de la “aguja hipodérmica” se movía en este contexto intelectual, donde ante el estímulo que supone la emisión de un mensaje se tiene siempre una respuesta por parte de los receptores. Por el contrario, la experiencia va paulatinamente demostrando que hay un entramado de relaciones sociales tanto en el emisor como en la audiencia que complica bastante el proceso. Todo esto ya es evidente en las teorías sobre la comunicación colectiva que van imponiéndose desde los años cuarenta del siglo XX. Así, la comunicación de masas (mass communication) es, siguiendo a Dexter y White (1968: 9) "una comunicación secundaria, cualificada por su multiplicación a través de los instrumentos técnicos, a fin de afectar a gran número de gente, que aperciben, a su vez, de que otras muchas personas también están expuestas

La nueva comunicación tiene un nuevo modelo, merece la pena hacer unas breves consideraciones sobre los cambios que recientemente se están dando en nuestra consideración de la comunicación. En la última década se ha ido haciendo más patente la importancia de la modificación de las formas de comunicación como consecuencia del cambio tecnológico. Los cambios comunicativos tienen una gran importancia en otros aspectos de la vida social. Hemos visto como se ha ido cambiando la denominación de Nuevas Tecnologías o Tecnologías de la Información (TI) por el de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), añadiendo algunos matices a la expresión originaria. La síntesis tecnológica en las TIC, en especial por el empleo de teléfonos móviles de tercera generación, que permite ya acceder a la prensa, la televisión, al cine o la radio, o tener tele-conferencias, va a dar un enorme desarrollo a este modelo de comunicación. Las cifras recientes del empleo de móviles en los países avanzados nos muestran que la tendencia es a tener más de un móvil por persona. Es significativo que alguno de los países iniciadores de Internet como Estados Unidos y Canadá, vayan retrasándose en su incorporación al uso de estas tecnologías. Por otra parte, el uso creciente en Asia e, incluso, en África (donde 1 de cada 11 personas usa móvil), muestran los intentos de utilizar las TIC como un atajo hacia la modernización.

Debido a su avasallador avance, se podría decir que Internet no constituiría un simple medio de comunicación más en el mundo, ya que diariamente éste abarca además a la televisión, la radio y la telefonía celular, lo que lo constituye un medio de comunicación versátil y múltiple. De hecho, hoy en día se pide que Internet transporte vídeo, telefonía y otras formas de información; el sonido, por ejemplo.

Por su parte la televisión juega un papel fundamental en el mass media, y en la globalización de la comunicación, y el sujeto se siente tan en contacto intenso con el mundo a través de la pantalla que deja de actuar, no ejerce su protagonismo cívico y gran parte de su interacción con el mundo se circunscribe al contacto mediatizado con el mundo .El hecho de percibir la realidad como espectáculo es un ejemplo de esta disfunción narcotizante. En este espectáculo intervienen los desastres naturales, los actos de terrorismo, la miseria y los momentos agradables de la frivolidad. Todo está puesto como segmentos sucesivos en un menú.

Claro que estas disfunciones convergen todas hacia el conformismo ligado al consumismo. Ligado al conformismo está también otro fenómeno que es la homogeneización de los mensajes. La redundancia se aprecia como un fuerte dato del lenguaje televisivo.

Han pasado los años, la Red tiene mucha más capacidad y se puede transmitir sonido de mayor calidad, y hoy día hay unas 8.000 cadenas de radio que transmiten por Internet. El sonido ya no viaja por el aire sino por la Red, todo girará en torno a los protocolos de Internet: la televisión, la radio, la telefonía, con esto no se quiere decir que estos medios desaparezcan, todo lo contrario, aumentarán y serán transportados por Internet.

De la misma forma, la telefonía celular se está apoyando en el protocolo WAP, un estándar promovido por Nokia, Ericsson, Motorola y Unwired Planet y al que se han sumado más de 200 empresas en todo el mundo, que permite la conexión de las redes GSM con Internet. Esto permite acceder a Internet por medio del teléfono celular, en cuanto a los contenidos, serán tantos como los que se puedan encontrar en la Red: noticias, información meteorológica, bolsa, telebanca, reserva, telecompra, etc.

De acuerdo a lo anterior, se podría decir que los medios de comunicación actuales, refiriéndonos exclusivamente a Internet, sí cumplen un proceso de interacción o transacción básico en la comunicación, desempeñando además los objetivos de ésta señalados por Berlo, es decir, Internet logra que el hombre se comunique influyendo intencionalmente en los otros a través de la emisión de diversos tipos de información. Y como esta intención es inconsciente, siempre existiría la comunicación, lo que hace alusión además al primer axioma de la Teoría de la Comunicación Humana de Watzlawick, el que plantea que existe una imposibilidad de no comunicarse, “dado que no existe nada que no sea conducta, cualquier interacción implica un compromiso con el otro y una definición de la relación; aún el silencio o la inmovilidad constituyen una forma de comunicación”

Por otro lado, existen diferentes tipos de comunicación, entre los cuales destacan los siguientes:

Comunicación Interpersonal: La que es propia de la relación entre individuos, sea esta cara a cara, telefónica, postal, mediante computadoras, etc.

Comunicación Social (de masas): La que definen los medios masivos de comunicación, como los medios gráficos (diarios, revistas y libros), de audición (radio), audiovisuales (televisión, cine) y los que emergen como resultado de la implementación de la informática, las tecnologías de grabación de la imagen y la combinación entre ambas.

Comunicación Organizacional: La que se genera con motivo de pautas de funcionamiento organizativo.

Comunicación Estética: La que surge en las múltiples experiencia estéticas, que ponen en relación el autor de una obra de arte con un individuo.

En inglés Internet se llama "El Internet", como si fuera La Red, pero en realidad se trata de centenares de redes interconectadas en todo el mundo, las que funcionan porque utilizan los mismos protocolos de comunicación. Es por este tipo de interconexión a escala mundial, que se puede hablar de Internet como un medio de comunicación social, ya que constituye un medio masivo de comunicación que llega a centenares de personas en un mismo momento y constantemente. Además se puede considerar, también, como un medio de comunicación interpersonal, ya que constituye una forma de comunicación propia de la relación entre individuos que se desarrolla actualmente.

Desde la Teoría de la Comunicación Humana de Watzlawick, este tipo de intercambio de comunicación interpersonal que se produce en Internet se daría de una forma simétrica o complementaria (axioma 5) Es simétrica en tanto que los sujetos que están conectados a la red, se transmiten información en forma mutua y de este modo “las personas tienden a anular las diferencias que pueden existir en sus conductas”, ya que se entiende que los individuos estarían en un mismo nivel de comunicación, lo que implica un mismo tipo de conducta (dar y recibir información) Es complementaria, en el sentido de que hay dos posiciones distintas: individuo - Internet; es decir, el sujeto, como participante de esta díada, utiliza a la Red para obtener información que éste necesita, y a su vez el mismo sujeto aporta más información a esta misma, de modo que la relación individuo - Internet es mutuamente complementaria; existe una caracterización de mutuo encaje.

En cuanto a las funciones de la comunicación, ésta tiene cuatro funciones principales dentro de un grupo u organización:

Control: actúa para controlar el comportamiento de los miembros en varias formas. Las organizaciones tienen jerarquías de autoridad y lineamientos formales que requieren el comportamiento por parte de los empleados. Pero la comunicación informal también controla el comportamiento.

Cuando los grupos del trabajo gastan bromas se están comunicando informalmente con los otros individuos del grupo y así controlan su comportamiento.

Motivación: La comunicación fomenta la motivación al aclarar a los empleados lo que se debe hacer, lo bien que lo hacen etc. La formación de metas especificas, la retroalimentación sobre el avance hacia las metas y el reforzamiento del comportamiento deseado; estimula a la motivación y es necesaria la comunicación.

Expresión emocional: La comunicación es fundamental dentro del grupo, así los miembros muestran sus frustraciones y sus sentimientos de satisfacción.

Información: La comunicación proporciona información que los individuos y grupos necesitan para tomar decisiones así transmiten datos y evalúan opciones alternativas.

Respecto a lo anterior, es importante diferenciar entre dos fenómenos habitualmente asociados: información y comunicación. La información es todo relevante para la toma de decisiones. En el contexto de la teoría matemática de la información de Claude Shannon, se define la información, precisamente como aquella instrucción lógica para decidir. En cambio, la comunicación es el hecho integral de intercambio de información entre sujetos, en otras palabras la comunicación supone siempre, por lo menos, dos personas relacionadas en el mismo acto y, por ello, el proceso involucra, además de las “informaciones”, afectos, valoraciones, esperanzas, expectativas; es decir, todo aquello que, desde el punto de vista de la teoría de Shannon, se considera causal de “ruido”, ambigüedad o equivocidad.

Actualmente en este mundo vertiginoso existe una gran cantidad de información, proveniente de Internet, por lo que la comunicación como ha sido definida anteriormente, ha perdido su funcionalidad original que consistía, en parte, en intercambiar afectos, valores, expectativas, etc.; se ha perdido el factor de la expresión emocional. Además, se ha perdido el control de la comunicación; navegamos por Internet y encontramos demasiada información sobre un mismo tema, tanta que a veces no sabemos de dónde proviene ni adónde va, de la misma forma, cualquier información que nosotros aportemos a la red, no tendrá ningún medio de control que limite su propagación. Todo esto ha contribuido a dar más énfasis, casi exclusivamente, a la función de fuente de información de la comunicación, con lo que no se logra una comunicación íntegra, lo que provoca una disminución en las relaciones interpersonales, entorpeciendo esto la calidad de vida de las personas.

El tercer axioma de la teoría de Watzlawick (“la comunicación humana se estructura en dos niveles fundamentales; contenido y relación”) hace alusión también al carácter de las relaciones interpersonales en Internet, en el sentido que los participantes pueden estar de acuerdo con el nivel del contenido de la información, pero no en lo que respecta al ámbito relacional. Esto se refiere, por ejemplo, a que dos individuos participantes en un “chat” por Internet, podrían estar de acuerdo con el contenido de su conversación (información), pero no con la forma de ésta, ya que es fría e impersonal; podrían preferir hablar por teléfono o acordar una cita con el fin de transmitir información que no se puede lograr en Internet (lenguaje no verbal) y, de esta forma, lograr una comunicación más completa.

Un buen ejemplo de todo lo anterior, sería el recuerdo de la Revolución Industrial y de qué manera cambió el mundo en que vivimos, esto nos puede ayudar a entender la potencia de esta revolución de la información. En poco más de 10 años la fibra óptica se ha convertido en una de las tecnologías más avanzadas que se utilizan como medio de transmisión de información. Este novedoso material vino a revolucionar los procesos de las telecomunicaciones en todos los sentidos, desde lograr una mayor velocidad en la transmisión y disminuir casi en su totalidad los ruidos y las interferencias hasta multiplicar las formas de envío en comunicaciones y recepción por vía telefónica.

Originalmente, la fibra óptica fue propuesta como medio de transmisión debido a su enorme ancho de banda; sin embargo, con el tiempo se ha planteado para un amplio rango de aplicaciones además de la telefonía, automatización industrial, computación, sistemas de televisión por cable y transmisión de información de imágenes astronómicas de alta resolución entre otros.

En definitiva, lo anterior contribuye a esta revolución de la información, y esto es lo mismo que está pasando con Internet, cada vez dependemos más de él y sobre todo si es un fenómeno que irá in crescendo. Con Internet lo que conseguimos son motores de conocimiento, conseguimos mover información que antes no podíamos mover, y en esto consiste la nueva revolución. Por esto, este tipo de comunicación no cumpliría una función íntegra de lo que se espera en una comunicación humana, ya que se perdería el carácter social y afectivo de lo que implica establecer relaciones interpersonales.

Por otra parte, es importante mencionar que otro factor importante dentro de la comunicación es el feedback. En cuanto a esto, para Berlo, las consecuencias de la respuesta, no sólo cumplen un papel de recompensa para el receptor, sino que también funcionan como feedback para la fuente; en otras palabras, esto se refiere a la reentrada del mensaje modificado a la fuente, lo que permite verificar la comunicación, ya que supone una influencia mutua entre fuente y receptor, donde cada uno codifica sus mensajes y decodifica los mensajes del otro. Este feedback se aseguraría en una relación cara a cara, lo que no pasaría en Internet ya que solamente se recibiría información sin asegurar una retroalimentación.

Aplicado al caso de Internet, la Teoría de la Información nos muestra, entre otras cosas, el camino a seguir para determinar la cantidad de información útil de unos datos y para comprimir la información de manera que los datos se representen de una manera eficiente, información que hoy en día se hace indispensable y casi de exclusiva importancia para poder funcionar como un mundo desarrollado, o en vías de globalización. Es en este escenario en donde Internet ha logrado cumplir un buen papel, ya que nos ha aportado mucha información útil de una manera eficiente y práctica.

En este sentido, la Red ha sido una muy buena fuente de información, ésta es un elemento que entrega información, como puede ser una persona hablando o un ordenador entregando datos. La visión de la persona hablando, por ejemplo, nos puede servir para ver los elementos más importantes en la emisión de la información. La información viaja sobre la voz de la persona (como una onda de presión) La voz es lo que llamamos señal, que es el soporte de la información. Pero es el hombre quien emite la voz, y es el hombre la verdadera fuente de información.

Esto se puede formalizar con unas definiciones más rigurosas. Una fuente de información es un elemento que entrega una señal, y una señal es una función de una o más variables que contiene información acerca de la naturaleza o comportamiento de algún fenómeno. Es decir, vamos a considerar señal tanto al fenómeno físico que transporta la información como a la función matemática que representa a ese fenómeno. Cualquiera de las dos formas sirve como soporte a la información.

En este punto, cabe destacar el rol importantísimo que hoy cumple Internet, mencionado anteriormente, ya que se ha convertido en una fuente casi infinita de información, tan necesaria que, incluso, se podría afirmar, que si ahora dejara de existir, dejarían de existir con ella innumerables entidades, más aún si consideramos que, en todo ámbito, los avances tecnológicos se van abriendo espacio entre las personas, llegando a cumplir funciones que superan a las capacidades humanas. No obstante lo anterior, muchas veces como en el caso de la revolución industrial, han sido las personas las propias víctimas de la tecnología, pues han sido reemplazadas por las máquinas, por ser menos eficientes y más costosas de lo que resultaría tener un soporte técnico adecuado.

Por lo tanto, es importante señalar, que en este sentido, Internet se ha transformado en una de las principales ayudas para el hombre en su trabajo y demás necesidades; se ha convertido en la “moneda de comunicación” internacional, ya que ha logrado reunir al mundo en un mismo lugar y con un mismo idioma, lo que quizás en un mañana no tan lejano, podría convertir al ser humano en un ser autosuficiente, que con solo apretar botoncitos, pueda comer, respirar y vivir... Pero, ¿se podrá convertir el hombre en un ser autosuficiente? No olvidemos que el hombre es un ser social y que no puede prescindir del medio en que vive, y en este sentido Internet, al mismo tiempo de informarnos, ha producido un enfriamiento en la comunicación interpersonal, ya que ésta se ha vuelto más mecánica e impersonal. Entonces nos cabe preguntar ¿Estamos más comunicados o más informados? ¿Cuál es el valor de obtener tanta información? Creemos que estas preguntas están teniendo un alto valor hoy en día, y que el responderlas quizás nos pueda ayudar a avanzar en la comunicación sin dejar de comunicarnos.

La ciberinformación del futuro, en lugar de ser una comunidad global, podría convertirse en una vasta y fragmentada red de personas aisladas que interactúan con sus datos y no con las personas. Estamos, pues, ante un arma de doble filo de la cual ya habla el Magisterio de la Iglesia desde hace algunas décadas. Es más, cabe la reflexión en este punto, de si es posible considerar realmente ese proceso, llamado comunicación, como un proceso de intercambiar o compartir, como originalmente ha sido identificado, ya que hoy en día priman en las relaciones humanas enfocadas a satisfacer necesidades, es decir, enfocadas a fines.

En este sentido se hace necesario acudir a Habermas, para aclarar que definitivamente el problema de la modernidad no ha podido ser resuelto ya que ha sido abordado desde la razón técnica, es decir, que el hombre ha privilegiado la articulación de medios a fines para controlar el medio externo, teniendo esto como resultado el desarrollo de la técnica, a diferencia de lo que pasaría si se abordara el problema de la modernidad desde la razón práctica, la que tendría como resultado la comprensión de los sujetos, que es justamente lo que consideramos que falta en este momento de la historia de la humanidad.

Con esto planteamos que de acuerdo a la reflexión de Habermas la solución del problema de la modernidad tendría sentido a través de la razón práctica y con esto, a través de la comunicación práctica, que sería elocutiva. En este sentido, Habermas, muy bien plantea que la posmodernidad sería el rescate de la razón y de la acción comunicativa.

Al distinguir entre pensar calculador y pensar reflexivo, claramente se puede concluir que lo que nos hace falta como “mundo moderno” es el utilizar un modo de pensar reflexivo, que es un pensar del sentido, donde el hombre antes que todo se preocupe de pensar en sí mismo. Por lo tanto se puede afirmar que lo que ocurre con la modernidad es que nos encontramos en la fuga del pensar, es decir, no estamos pensando reflexivamente. Por esto consideramos que lo que nos hace falta, es una comunicación orientada al entendimiento, a la comprensión, a la verdadera comunicación entre los sujetos; sin embargo, este único aspecto de la realidad no sería suficiente si no existiera un conocimiento técnico, más orientado al control y al dominio, por lo que concordamos con Habermas y con su idea de encontrar un equilibrio entre los intereses del conocimiento técnico y los intereses de la interacción, es decir, moverse en los dominios de lo técnico (relación con el medio) y de lo práctico (comunicativo; relación sujeto-sujeto)

Por todo lo anteriormente expuesto, podemos decir, que si bien consideramos que los medios de comunicación humana que hoy encontramos no han evolucionado de una manera favorable para las relaciones humanas directas, cálidas o naturales, pueden, no obstante lo anterior, cambiar de fin, es decir, pasar de ser meras fuentes de información a ser verdaderos nexos entre las personas, con componentes afectivos, emocionales y en general vivenciales que compartir, y así quizás, de esta manera, producir un cambio a nivel universal en cuanto a la modernidad y globalidad que vivimos y que no hemos sabido enfrentar de una manera íntegra.

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