El Señor de las gracias

Tú el señor que busqué, por ser

La única razón que me faltaba

Para salir del fondo, circulo

De la tristeza enferma, frágil

Con miedo, rutina de días eternos

Llenos de palabras que no eran

Sin que ya, yo pudiera hablar

Tú que me encontraste, sin estar

En un rincón asustada, despavorida 

Sin animo ni alma, ofuscada

Con los puños cerrados, presta

A la defensiva, viva y sin vida

Lista para defenderme de nadie

Con la mirada baja, sin ver nada

En fila con los decepcionados de ira

Tú al que escribo, porque no se más

No tengo manera como demostrar

Nada mejor que brindar, me gusta

Escribir es todo lo que tengo, si

Para darte algo de mi tiempo, ese

Que me devolviste, al encontrarme

Con la magia de mi esencia, olvidada

Que con un solo impulso me aviva, paz 

Me hace volar en el aire como una pluma

Tú, el señor de las gracias, que me devolvió

La sonrisa, a fuerza de dulzura y de amarme

Me restituiste y le diste sentido a ser

Tú que me has visto llorar,  de espanto

Frágil que podía matarme, de miedo

Y de enfermedad,  con sólo mirar atrás,

Y ahora me veo, gigante sonriente

Con la fuerza del amor en mí, amor

De mi amor en mí, me hiciste tomarme

Y llevar mi vida a sitio seguro, protegida

Te escribo, esta noche para darte la gracias