Aquel día las hadas, elfos
gnomos y duendes fenecieron
Antes de la alborada
por un triste apagón de candor
y marchito el éxtasis
Se cubrió el bosque de falsos sentimientos.
Pasión, tras el azor de la transición
donde el pesado yermo de la vida
concurre y una agitación de conjuros;
hacen nichos tan lejos de mí
y de ti, en esta frondosidad
que sé muy bien a qué
huelen las osamentas
De la apatía...
Incuestionable es que caliento pensamientos
en una sotana de sepulturas
tan vivas en tus recuerdos
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