lunes, 17 de noviembre de 2008

Sensatez


La incertidumbre te desgasta,
la fluctuación de espíritu te consume.
Renunciar a divagar

Sin saber qué calzada ascender.
Abandonar utopías
Se trasciende la perplejidad e inmoralidad.

Arrojo o sensatez
Te retornas en yermo y más separación,
un mutismo sin arresto
te anega profundamente en presuntuoso
y en mi músculo desviste
afirmas con tosco rencor alimaña fluctuación.

A partir de aquí hacia do tengo que llegar,
como Alicia preguntas.
“Pues estar en manos de de a dónde quieres ir”,
reconoce una sonrisa
del mágico minino, que de prisa
de la invención anotas.

Pero tu no te interesas y desatinado,
le declaras al gato,
quien te responde sin ningún disgusto:
“En ese tema, da igual el camino,
si avanzas suficiente
alcanzarás algún lugar”, pactó.

La duda te divide, te disgrega,
te atrapan pesadillas,
pues no es el país de las maravillas.
El desorden te ciega
y debes elegir sin desacierto
a fin de ir a buen puerto.

Sin embargo, también
el titubeo despeja la sensatez,
se parte la gnosis a la ideología,
y plena de confianza
la existencia te trasladará a alguna esfera,
pero jamás se consigue regresar.

No hay comentarios: