Hoy decidí reservar la entrada de alimañas a mi alma
Hoy decido no mirarte, ni escucharte,
Ni sentir tu respiración en mí espalda
Hoy decido ni acordarme de ti
Prohibida la entrada de rastreros
y engañosas luciérnagas
Disfrazadas de luminosas, cucarachas iluminadas
De triste huecos… huecas
De frustradas contratadas, para uno que otro servicio
De espías, traidoras
De pobres almas pobres, que enseñan su miseria
Como si fuéramos tan amarillistas todos
Pobre alma, curtida de dolor
De frustración frustrada
De soledades, sin concurrencia
Perdedora, sola y dejada
Hoy me compadezco de ti
Tan pequeña
Tan vieja
Tan arrugada
Tan manchada
Tan sola
Sin hijos, sin hogar, sin gritos… sin nada
Se acaba la inmundicia. Hoy se reserva el derecho de admisión.
Hoy decido no mirarte, ni escucharte,
Ni sentir tu respiración en mí espalda
Hoy decido ni acordarme de ti
Prohibida la entrada de rastreros
y engañosas luciérnagas
Disfrazadas de luminosas, cucarachas iluminadas
De triste huecos… huecas
De frustradas contratadas, para uno que otro servicio
De espías, traidoras
De pobres almas pobres, que enseñan su miseria
Como si fuéramos tan amarillistas todos
Pobre alma, curtida de dolor
De frustración frustrada
De soledades, sin concurrencia
Perdedora, sola y dejada
Hoy me compadezco de ti
Tan pequeña
Tan vieja
Tan arrugada
Tan manchada
Tan sola
Sin hijos, sin hogar, sin gritos… sin nada
Se acaba la inmundicia. Hoy se reserva el derecho de admisión.
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