Yo no quiero convertirme en tu Verduga
No soy quien y no tengo porque
Aunque reconozco que soy una inmoral
mucha etica obscena, sagrada y profana
Yo no puedo convertirme en tu Verduga
No me gusta la muerte, he muerto tantas veces
Y he matado otras tantas y no me gustó ninguna de las dos
Renuncio a cortarte la cabeza con la guillotina de mi indiferencia
Renuncio a clavarte un puñal certero que te hiera de muerte
Que te haga agonizar, mientras remuevo el puñal en recuerdos
No te voy a dar un tiro en el corazón
Porque me quitarías el disfrute
Y será hacerte lo mismo que hiciste
Me gusta la originalidad, el ser única
He pensado en ser tu Verduga
Con sueños sádicos
Te he imaginado en una letrina de recuerdos,
ahogándote
He soñado bañarte en el cianuro
de la rabia y del dolor
He imaginado enterrarte vivo
En la cal de la indiferencia
Elucubro con la eutanasia a un vivo
He soñado, visto y matado
Renuncio, no soy Verduga
Soy viva, carrusel de sensaciones de emociones
De sexo y locura
… Me celebro y me canto, yo también, Walt Whithman
18/11/06
1 comentario:
Los lectores..
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