Rehabilitada

Suelto el bastón que me ayudaba a caminarte, no lo necesito

Desajusto el salvavidas, que me hacía flotar en tu mar de leva

Me despojo del arnés para escalarte, no eres tan alto, no

Retiro mi atención, de ti, por ti,  y ¿por qué?, ¡ya no!

Me deslastro de la necesidad de necesitarte, pensarte 

Desestimo tu importancia, y agradezco lo dado

Me voy, nada que buscar, eres el sin lugar

Camino segura a paso firme, no tambaleo

No me hundo en tu superficial, razón profunda

Vuelo en las alturas de nubes,  creadas por mí

Desnuda de dolores antiguos, nada qué necesitar

Me estimo, me importo, me amo y me voy

De lamentos, igual

Desprende la plegaria denigrante
que se cuela en lo clandestino de tu piel

En el silencio que se derrama la culpa inevitable,
después del jadeo cruel

Y retorna el acérrimo desliz a fatigar tu alma,
Ante la risa angustia

No es afecto, es piel con ojos que se pierden
en éxtasis de necesidad

Instantes recreativos, morbosa diáspora
de la escasez concurrente

Afloras, en la complicidad de la distancia,
 y deliras en imaginario ideal

Y se te cumplen los deseos anónimos,
y lo toma lo muerde lo agita y lo suelta

Libera el apego necesario del agradecimiento,
la dulzura de su boca en filo

Los abrazos a corazón batiente latente
carestía del recuerdo agradecido

Suelta y escapa de la trampa de la mirada ancestral
de la piel que intuye

Mejor...

Si todo se complica y el alboroto estalla en tu sentir,  mejor escribe

Tu garabatea lo que salga,  
lo que venga, que todos andamos igual
Si el miedo oprime, la responsabilidad te besa, te muerde y sangras
mejor escribe,
escupe toda la peste económica que ahorca al pendejo
Que el sueño de la utopía avanza,
y aunque nunca te alcanza, sigue soñando
Creando que en el papel escribiendo,
la metáfora se conmueve, y el dolor
De la impotencia agarra fuerza y vuelo,
elévate con las letras que te lleven lejos
Ante tanto terror esboza un mundo mejor,
que solo está en tus piensos, escribiendo 

Pestañeando la cordura

Garabateo un balbuceo que me escupe el escarnio

Pulsando la debilidad, de la moralidad desnuda

Y los arrebatos me exprimen la sensibilidad dormida

Perdida en la complicidad vertiginosa de la osadía

Muerdo la vergüenza censurada del alma y peco

Se orilla la pérfida virtud escondida del deseo

Plena en partída lúgubre, en ciernes se encierra

En apogeo centellante, pestañeando la cordura

Cultos Mistéricos

 Lamentos de a tres, tristes tras de ellos,  yo

Sintiendo  gemidos  flagelantes culposos

Me castigo, me deleito en vaivén, baja

Travesía de límenes, directo al infierno, voy

Portones arcaicos, cercando mis malos pasos

Y como carabelas,  levan anclas lejos de mí

Los rechazos que desde niña, y repaso aprendí

Sin remedio, con miedos  ya sé dónde vas  a parar

No tengo cura ni perdón,  ojalá otra oportunidad.

Seísmo

Envuelta en el inmenso océano azul de mis sueños

Tú bailas por la cresta oscilante de mis intuiciones

Con la ternura  más cínica, colgada de tus palabras

En cada consejo, no quiero perderme ni un  verbo

Por mi parte continuaré, te recordaré por siempre

Callada nostálgica con mi melancolía fugitiva, a ratos

Con mis explosiones y arrebatos, con mis conjuros

Por calles desviadas que no son mi camino, camino

Molidas de saudade, sonreídas de soledades, mutis

Que se mecen en trapecios de historias con tu mirada

Mis pasos destraban las fronteras y sin rumbo vuelan

Y no encuentro  la orilla que a tu vida me enlace, no

Sosegada de anhelos, cuando el mundo tiembla, seísmo

Y el sismo asusta,culpa me refugio muy dentro de mi

Me doblo al instinto, entre recuerdos de hilachas rotos

Atenta a lo infinito, con tu forma lejana ya sellada en mí

No se escribe de humedad, ni de ríos ni de efluvios

En piedra te has de convertir, seca y árida no voltees

No hay lunas, las mareas no te afectan, no eres mujer

Ni ser, no puedes,  no debes sentir ni disfrutar, no está

No eres el gusto,  no gustas, no te gusta nada, no debes no

Estas bloqueada, te lastimas te comes te hieres, no, te dije no

Floridos Sentidos

Sólo con pensarte me crece un jardín de orquídeas

Me rodean enredando mis piernas y  florecen

Moradas rumorosas por mis pies, suben pétalos

Y ensanchan  los  poros diminutos, olvidados

Se advierten, dilatan el deseo y preparan mi ser

Para la invasión sensorial, florida de tu presencia

Desde mi piel, se exhala un aire a almizcle, intermitente

Como la respiración que te llama en atajo sensorial

En el precipicio de mi pubis se presiente el torrencial

De océanos que invaden las lunas de mi tempestad

Y florezco, en ti contigo, la savia vida invade la muerte

Una Pausa...

Una pausa, un respiro en el aburrimiento que carcome

A diario, que roe la rutina, dispuesto lo necesario sustancial

Una pausa, bajarse un ratico del tren de lo cotidiano, fundamental

De las cuentas, de los cuentos y lo que cuenta contando, efectivo

Una pausa para sonreír  y sentir plenamente sin tanto cuento real

Que el tiempo se eclipsa, y  el mundo  hierve en partículas febriles

De  vapores húmedos  de piel  saliva y sudor, respiro  entrecortado

Una pausa donde solo inhales luz, que te inunde el influjo luminoso

Que te cubra la irresponsabilidad de soltar lo establecido, lo moral

Una pausa en el alma, en el cuerpo en la piel en el sentir, percibirte

Una pausa necesaria matutina, trascendental vía para vivir y ser